Como si viajaras a través del tiempo, recorres los períodos nativo americano, español, mexicano y americano de la historia de Nuevo México, abarcando más de 400 años y disfrutando cada segundo.
Estás en el Museo de Historia de Nuevo México en el centro de Santa Fe, donde aprenderás a apreciar la historia fluctuante de esta parte del país y donde los períodos controvertidos de la historia no se ocultan, censuran ni ignoran. Si bien algunos monumentos hispanos de Nuevo México han sido retirados de los espacios al aire libre, las figuras históricas hispanas se mantienen firmes en los museos del estado, incluido este. Este lugar no tiene miedo. Lo bueno, lo malo, lo feo y lo controvertido se muestran aquí. Dependiendo de quién seas, hay muchas exhibiciones que amar y/u odiar. Si eres hispano, nativo americano o incluso americano blanco, este museo tiene exhibiciones que probablemente te harán sentir orgulloso y avergonzado por la conducta de sus antepasados. Sin embargo, ™de qué otra manera se puede ilustrar honestamente la historia de Nuevo México? |
Incluso encontré un retrato enorme del amado y odiado Don Diego de Vargas, el ex gobernador español que dirigió la "reconquista" de Nuevo México en 1692 y cuya estatua fue retirada del Cathedral Park, a sólo una cuadra de este museo, en junio de 2020. Y por supuesto, Po'Pay también está aquí. El lideró la Rebelión de los Pueblos de 1680 que mató a unos 400 colonos españoles y 21 misioneros, expulsó a miles de personas de Nuevo México y, según otra exposición, “pidió a su pueblo que erradicara el idioma, las costumbres y las creencias españolas de sus vidas”.
A veces este museo puede ser brutalmente honesto: "Los colonos españoles se arriesgaron al hambre, la pobreza, la guerra y la muerte al venir a Nuevo México", dice una exposición. "Pero la tierra y el trabajo de los nativos americanos fueron su recompensa". Otra exhibición explica que “los colonos españoles intentaron trasplantar su civilización a Nuevo México. Para la gente de los pueblos (Indios), esto significó trabajar en las haciendas y misiones españolas, una orden de abandonar sus creencias y adorar a un nuevo Dios. La gente de los pueblos se rebelo, los colonos españoles tomaron represalias y los estilos de vida se mezclaron y chocaron”. |
Sin embargo, otras exhibiciones pintan un panorama diferente. “A finales del siglo 17, nuevas lineas, parcelas, plazas y caminos se extendían por el paisaje”, explica otra exhibición. “Los exploradores y colonos españoles trajeron caballos y ovejas, acero y trigo. Para sus misiones y hogares, sacerdotes y agricultores adaptaron diseños y materiales locales. Los españoles y la gente de los pueblos rápidamente se aprovecharon de las herramientas y técnicas de los otros”.
Como señalé en un artículo reciente sobre el Museo de Albuquerque, quinta parte de esta serie, el dolor indio/hispano de Nuevo México fue infligido en ambas direcciones en el siglo 17, y mostrar esa historia, sin ofender a nadie, es prácticamente imposible. Sin embargo, estos intrépidos museos te hacen enfrentar la verdad. Te hacen ver que la historia es historia, y tenemos que aceptarla y vivir con ella, ´hasta cuando duele! |
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A veces se esfuerzan tanto en ser justos y equilibrados que crean equivalencias falsas y se vuelven un poco injustos. Cuando los museos intentan defender todos los lados de temas controvertidos, es probable que algunas personas no estén de acuerdo, especialmente cuando algunas exhibiciones se contradicen entre sí.
En una exposición te dicen que los misioneros franciscanos fueron malos y abusivos con los nativos y en la siguiente citan un ejemplo de un misionero que era "amado" por los nativos. Si bien ambas cosas pueden ser ciertas, la gente puede salir con impresiones opuestas sobre eventos históricos, ´dependiendo de qué exhibición se molestaron en leer! Pero incluso esas aparentes contradicciones son comprensibles. Estos museos tienen que hacer un difícil acto de equilibrio. |
Sin embargo, al abarcar más de cuatro siglos de la historia de Nuevo México, este museo te lleva en un largo viaje a través de épocas en las que los hispanos desempeñaron un papel clave aquí. Su cronología, de pared a pared, te ayuda a poner fechas importantes en la perspectiva adecuada, mostrándote que el territorio de Nuevo México, que una vez abarcó los actuales estados de Texas, Nuevo México, Arizona, Nevada, Utah y Colorado, primero fue parte de Nueva España antes de convertirse en México. Y que tiene unos 250 años de historia hispana antes de convertirse en parte de Estados Unidos.
Así como la cultura nativa americana se vio afectada con la llegada de los españoles, también lo fueron esos 250 años de cultura hispana cuando el territorio se volvió americano en 1850. |
Este museo te ayuda a ver cómo el Tratado de Guadalupe Hidalgo no solo puso fin a la guerra México-Americana y expandió los Estados Unidos por todo el continente, sino que también transformó las vidas de los nativos americanos y los hispanos en el territorio que pasó a formar parte de los Estados Unidos.
Y si las condiciones empeoraron para los mexicanos que ya no vivían en su propio país, para los nativos americanos fue más que terrible. El maltrato a los nativos americanos floreció después de que los españoles y los mexicanos ya no estaban a cargo del gobierno. “Atraer al suroeste a la nación requirió décadas de violencia, lucha y adaptación”, explica otra exposición. |
Otras exhibiciones nos dicen que, “A partir de la década de 1850, el ejército estadounidense llevó la póliza india del gobierno a Nuevo México. El objetivo final era confinar a los nativos americanos en reservas, abrir las tierras tradicionales a ganaderos y agricultores y volver a trazar las lineas en el desierto ... Algunas de las leyendas más perdurables del Oeste surgieron de la resistencia de los nativos americanos a la póliza india de Estados Unidos. Pero la realidad de la resistencia de los nativos americanos fue más brutal y conmovedora que las leyendas. Fue una mezcla de acomodación, traición, violencia y décadas de guerra de guerrillas”.
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Cuando el general James Carleton asumió el mando del Departamento Militar de Nuevo México en 1862, era responsable de proteger los asentamientos de los ataques de los navajos y apaches. Sin embargo, una exposición explica que “su enfoque fue decidido y devastador: hacer la guerra, empujar a las tribus a las reservas e imponerles una nueva vida como agricultores”.
La exhibición explica que en 1863, el general Carleton ordenó a sus soldados a reubicar y restablecer a los navajos en una reserva, junto con sus enemigos tradicionales, los apaches mescaleros. “Casi nueve mil personas fueron expulsadas de sus tierras de origen y obligadas a emprender un viaje de 350 millas hasta una reserva en Bosque Redondo en el río Pecos, dice la exhibición. “Cientos de personas murieron en el camino. Su exilio se recuerda como La Larga Caminata”. |
La reserva Bosque Redondo, de 40 millas cuadradas, destinada para 5,000 personas, tubo 9,000. El museo dice que "en última instancia, demostró la locura del gobierno con su póliza India en Nuevo México". Las dos tribus que compartían la reserva “desconfiaban unas de otras y no tenían vínculos con este nuevo y espantoso lugar”, explica una exposición. “El hambre, las enfermedades, el agua contaminada y la nostalgia trajeron desesperación. Allí murieron tres mil navajos y un número desconocido de apaches”.
Por supuesto, esto fue durante la Guerra Civil, cuando el territorio de Nuevo México estaba tan dividido como el resto de la nación. “Algunos colonos del sur de Nuevo México y Arizona esperaban extender el alcance de la esclavitud al Pacífico”, dice una exposición, “mientras que la mayoría de la gente más al norte se oponía a la expansión de la esclavitud”. Pero cuando el Ejército Confederado invadió Nuevo México desde Texas en 1862, muchos hispanos que se oponían a la esclavitud se unieron a milicias voluntarias para apoyar al Ejército de la Unión. |
Sin embargo, unos 3.500 tejanos confederados obligaron a las tropas de la Unión a retirarse en Valverde, izaron la bandera confederada sobre el Palacio de los Gobernadores en Santa Fe y finalmente fueron rechazados en Glorieta Pass, al este de Santa Fe, después de que las tropas de la Unión destruyeran su tren de suministros.
En este museo, por si no los conoces, obtienes una introducción a los conquistadores españoles que llegaron a Nuevo México — Álvar Núñez Cabeza de Vaca, quien recorrió América del Norte por casi ocho años; Fray Marcos de Niza, que creyó haber descubierto ciudades doradas; Francisco Vásquez de Coronado, quien dirigió una enorme expedición de 5.000 millas en busca de esas ciudades doradas; y Juan de Oñate, el primer gobernador español de Nuevo México, quien estableció el primer asentamiento español y se ganó algunos enemigos nativos americanos en el camino. |
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Pero también conocí a dos Hispanos que fueron héroes de la Guerra Civil, Rafael Chacón y Manuel Antonio Chávez: El Leoncito. Chacón, nacido en Santa Fe en 1833, “se distinguió en la batalla de Valverde” y se convirtió en funcionario territorial estadounidense después de la guerra. El Leoncito Chávez fue “un soldado hábil y valiente que luchó con la milicia de Nuevo México ... Durante la Batalla de Glorieta Pass, guió a un grupo de soldados de la Unión a un tren de suministros del Ejercito Confederado, y la destrucción de los suministros cambió el rumbo de la batalla”, explica una exposición. De hecho, según otra exhibición, cambió el curso de toda la guerra en Nuevo México. "Cansados, aislados y escasos de suministros, los confederados se retiraron a Texas, poniendo fin a la Guerra Civil en Nuevo México y a la amenaza confederada al suroeste". ´Con razón le decían El Leoncito!
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Un conquistador español y ex gobernador de Nuevo México todavía cabalga sobre una impresionante estatua ecuestre no lejos de este museo. Entonces, dado que algunas personas parecen estar en guerra con las estatuas hispanas en Nuevo México, creo que debería visitar a Don Pedro de Peralta antes de que sea muy tarde. jajaja El parque Peralta está a solo unas cuadras de distancia. ´Manténganse al tanto!
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Para leer otras partes de esta serie, clic: EXPLORANDO NUEVO MÉXICO